"TRISTANA", BENITO PÉREZ GALDÓS
El libro de Galdós, Tristana, a mi parecer, es una novela en la que el lector, sobre todo al principio de la obra, puede encontrase con palabras y expresiones que le resulten algo complicadas de entender; ya que es escrita en el siglo XIX. En esta obra se ven reflejados los temas principales de esta época que son: la búsqueda de lo ideal, la libertad, el amor, etc. Galdós nos hace ver claramente la evolución psicológica de los personajes a medida que trascurre la historia.
Me ha parecido una obra genial en la que me hubiera gustado que el final hubiera sido diferente.
POEMA DE JOSÉ ESPRONCEDA
¡GUERRA!
¿Oís? Es el cañón. Mi pecho hirviendo
el cántico de guerra entonará,
y al eco ronco del cañón venciendo,
la lira del poeta sonará.
El pueblo ved que la orgullosa frente
levanta ya del polvo en que yacía,
arrogante en valor, omnipotente,
terror de la insolente tiranía.
Rumor de voces siento,
y al aire miro deslumbrar espadas,
y desplegar banderas;
y retumban al son las escarpadas
rocas del Pirineo;
y retiemblan los muros
de la opulente Cádiz, y el deseo
crece en los pechos de vencer lidiando,
brilla en los rostros el marcial contento,
y donde quiera el generoso acento
se alza de patria y libertad tronando.
Al grito de la patria,
volemos, compañeros,
blandamos los aceros
que intrépida nos da.
A par en nuestros brazos
ufanos la ensalcemos:
"España es libre ya".
¡Mirad, mirad en sangre,
y lágrimas teñidos
reir los forajidos,
gozar en su dolor!
¡Oh! fin tan sólo ponga
su muerte a la contienda
y cada golpe encienda
aún más nuestro rencor.
¡Oh! siempre dulce patria
al alma generosa,
¡oh! ¡siempre portentosa
magia de libertad!
Tus ínclitos pendones
que el español tremola,
un rayo tornasola
del iris de la paz.
En medio del estruendo
del bronce pavoroso,
tu grito prodigioso
se escucha resonar.
Tu grito que las almas
inunda de alegría,
tu nombre que a esa impía
caterva hace temblar.
¿Quién hay ¿oh compañeros!
que al bélico redoble
no sienta el pecho noble
con júbilo latir?
Mirad centelleantes,
cual anuncios ya de gloria,
reflejos de victoria
las armas despedir.
¡Al arma! ¡al arma! ¡mueran los carlistas!
y al mar se lancen con bramido horrendo
de la infiel sangre cauladosos ríos,
y atónito contemple el Océano
sus olas combatidas
con la traidora sangre enrojecidas.
Truene el cañón: el cántico de guerra,
pueblos ya libres, con placer alzad.
Ved, ya desciende a la oprimida tierra
los hierros a romper, la libertad.